sábado, 29 de enero de 2011

Rebobinar


Senti que todo lo que habia avanzado lo estaba retrocediendo en una noche.

Volvi a sentir que me costaba levantarme de la cama.

El saber que estábamos a metros pero sin vernos es algo siniestro. La vida es siniestra y en parte la gente entra y sale de todas las vidas posibles.

Nosotros salimos de las nuestras y esa es una certeza por más que la vida nos intente juntar y pensemos "que esta todo bien".


  

                                                                                                               Seis

sábado, 15 de enero de 2011

El sueño enfermo


Hoy viví un sueño.

Subí a un colectivo vacio y a medida que empezó a hacer su recorrido empezó a llenarse; la gente subia de a varios en las paradas. Todas las personas compartían una característica: tenían una discapacidad. TODOS.

No se conocían entre sí, y el colectivo se llenó de discapacitados, no subió una persona que no tuviera una discapacidad motriz, síndrome o retraso, todos.

Y ahí me percate que todos lo éramos.

Viví un sueño que Luis Buñuel no alcanzo a hacer película, porque no le alcanzó su vida.

Empecé a pensar en todo lo que nos identificaba a cada uno de los pasajeros en mi típico viaje de media hora en un colectivo repleto. Todos estábamos enfermos y eso me hizo pensar en que no nos alcanza la vida para hacerlo todo (si no le alcanzo a Buñuel yo no voy a ser la excepción) y siento que quiero hacerlo todo y no me da el tiempo. No quiero tirar más mi recurso no renovable propio. Ese colectivo era el colectivo del tiempo detenido, no restó tiempo a mi vida ni las manecillas de mi reloj se adelantaron al culminar el viaje y bajar en el 2900, solamente no fue un tiempo medido. No fue un tiempo muerto, fue un tiempo enfermo, como todos los que viajábamos ahí y esperábamos bajar en alguna parte.


 

Cinco